El mil chistes

Un dia, como muchos otros en la vida de Sammael, fui a casa de mi abuela y como en las casas de las abuelas no hay nada que hacer a menos de que te pongas a buscar para ver que encuentras, me fui al cuarto donde dormian mis tios y hurgando en la basura acumulada que tiene mi abuela en ese cuarto de su casa (entiendase basura acumulada por cosas que guardan las madres para acordarse de los hijos cuando crezcan o tonterias escondidas que dejan los hijos y que creen que nunca las van a hallar hasta que se les olvida donde las poneno que siquiera existen)(el cuarto era el del tio mas cachondo, vulgar y mujeriego, en todas las familias los hay, el problema es que creo que tengo a 3) me hallé una revista de cuyo contenido no es exactamente uno de los mas pulcros que hay en este momento, es algo asi como las chambedoras, si una de esas cosas que traen los ñoscos de la obra en la bolsa trasera de su pantalon y no es el periodico, esa tal revista es llamada El Mil Chistes y segun me cuenta mi padre (estoy seguro de que compro varias debiso al gran conocimiento que tenia sobre estas) fue un exitaso en los 80´s y parte de los 90´s, y segun me cuenta un tio (el probable dueño de la revista) que la gente que la comprba casi siempre iba con su circo entre los pantalones, la pedia sin mirar a los ojos de la ñora del puesto de revistas mientras le enseñaba la falsa media cartilla del mas pendejo del barrio en una mano y en la otra los $1000 pesos que costaba esa revista (cuando el dinero valia mas y Salinas de Gortari todavia no nos mandaba a la chingada)y que cuando se la daban a ese wey rapido caia toda la banda del barrio para verla hojearla, y en una de esas enmicarla (no se si por eso estaban duras las hojas o era por el paso del tiempo), en fin esta revista revista esta llena de buen contenido humoristco si se puede decir asi y algunas frases usadas actualmente por la prole ue habita este mundo tales como:
"Luego de calenturiento show, la mordisqueable encueratriz Marisela..."
"Era una encamable damita..."
"... barría la banqueta una ensalivable gatubela llamada Lencha"
"Rechinando el catre estaba la esposa de Don Cornelio cuando..."
"El clima está de pelos para alborotar la hormona de las muchachas borrachas..."
"... íbamos a una playa a ligar tortita extranjera..."
entre otras maravillas de la decencia y las buenas costumbres de la época, y ahora les dejo un chistecillo leve que encontre dentro de la revista:

“Un tipo tenía ampollas en los pies y le dolían mucho, ya había ido con muchos doctores y no se las habían podido quitar.

Un día fue con un brujo, de esos de Catemaco, pues se lo habían recomendado, llegó con el y le platicó su problema de las ampollas.

El curandero le dijo: ‘Ah! muy fácil, el día doce a las doce de la noche con la luna llena vas a una casa, tocas la puerta y cuando te digan ¿quien es? tu dices: ampollitas en los pies y asunto arreglado, las ampollas te van a desaparecer y se se las vas a pasar a la persona de esa casa’.

Y así lo hizo el tipo, y efectivamente, el día 12 a las 12 tocó en una casa y sus ampollitas desaparecieron.

Estaba muy felíz de ya no tener ampollas.

Un día el señor se encontraba en su casa, de pronto alguien toca la puerta, el señor antes de preguntar quien era, volteó y vió que era día 12, vió el reloj y eran las 12, se asomó a la ventana y era luna llena, entonces pensó; ’si digo ¿quien es? me van a decir ampollitas en los pies y me las van a volver a pegar, mejor digo otra cosa’.

Y entonces dijo: ‘¿Que rollo?’ y le contestan : ‘Almorranas en el hoyo’”.